The atomic cafe (Leer más...)

Año de producción - 1982
Duración - 86 minutos
País - Estados Unidos
Director - Jayne Loader, Kevin Rafferty, Pierce Rafferty

Comentario - El filme se enmarca dentro del género bautizado como "documental de compilación", que básicamente consiste en construir un discurso a raíz de fragmentos audiovisuales de archivo, y mediante su descontextualización y remontaje conferirles un nuevo sentido totalmente alejado del que obtuvo cuando fue concebido originalmente, con las cuestiones éticas que ello puede plantear. 

Lógicamente, esta técnica cuenta con sus defensores y sus detractores, de aquellos que opinan que este tipo de trabajos se enmarcan dentro de un rico terreno con enormes posibilidades expresivas, y que puede servir además como proceso para por ejemplo la “recuperación de la memoria histórica” (aunque no sea esta en realidad su función primaria), o de aquellos que consideran esta técnica como un mero vehículo de manipulación y tergiversación, y que atenta contra el principio de veracidad del documental.

Particularmente creo que se trata de un subgénero muy interesante, y que posee unas cualidades expresivas muy atractivas para el realizador, además no resulta un trabajo sencillo, ya que el configurar un nuevo discurso a partir de fragmentos de otros y dotar a la nueva estructura generada, de un significado nuevo y global requiere un estudio y una planificación previas muy meticulosas. Por otro lado requiere a su vez de una  cantidad de tiempo de trabajo considerablemente elevada, ya que como pasos previos al montaje, se requiere ejecutar las fases previas de compilación y apropiación, lo que convierte al conjunto del proceso en un camino largo y dedicado. 

El documental sigue los patrones mencionados, y nos muestra mediante fragmentos de muy diversa índole; películas propagandísticas (con las que se trataba de convencer a los ciudadanos norteamericanos de la necesidad de la posesión de la energía atómica), noticiarios y declaraciones de la época, y otros fragmentos de carácter persuasivo, cómo el gobierno norteamericano de la época durante “la guerra fría” trataba de justificar ante los ojos de sus ciudadanos la carrera armamentística nuclear, en pro de la defensa de la libertad de la que siempre han hecho gala los norteamericanos, y como una imperiosa necesidad ante su gran enemigo: el comunismo. 

Si en su contexto original todas esas piezas tenían como finalidad el encontrar el apoyo de la población ante la creación del armamento nuclear, en el documental en su conjunto obtienen un significado totalmente contrario, ya que lo que se persigue es criticar la barbarie que este tipo de armas son capaces de generar. Como ejemplo podemos citar un fragmento en el que uno de los expertos militares lanza un mensaje de tranquilidad diciendo sobre uno de sus experimentos, que no había causado daños algunos en la población cercana al suceso, mientras que en las imágenes se muestra todo lo contrario, se muestran los negativos efectos secundarios provocados por dicho experimento, en este caso mediante la antítesis se ratifica aún más el sentido crítico que adquieren las imágenes del documental. 


En mi opinión lo realmente interesante es que ese posicionamiento crítico, no se manifiesta en ningún momento a través de declaraciones o ningún otro elemento, sino que es el espectador a través de la interpretación del significado que el montaje otorga al conjunto, el que es capaz de leer en la imagen y entender ese posicionamiento crítico de los autores, es algo así como un “decir sin hablar”, me parece por ello una técnica creativa realmente destacable. 

Una obra muy interesante. 


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