La casa es negra (Leer más...)

Título original - Khaneh siah ast (The House is Black)
Año de producción - 1963
Duración - 22 minutos
País - Irán
Director - Forugh Farrokhzad

Comentario - "El mundo está lleno de fealdad. Aún habría más si el hombre apartara la mirada. Van a ver en pantalla una imagen de la fealdad, un retrato del sufrimiento, que sería injusto ignorar" Con estas explícitas palabras se presenta este mediometraje de origen iraní, que presenta al espectador una colonia de leprosos en una época en la que el país pasaba por una difícil situación económica, con abundancia de pobreza y propagación de enfermedades, como la lepra, representada en el documental en toda su crudeza, sin concesiones, sin agachar la vista, aunque con esperanza, la de los enfermos que todavía tienen alguna posibilidad de detener la terrible enfermedad, ya que como se explica en la narración, la lepra tiene cura.

Una narración, que en su mayoría está compuesta por determinados versículos del Corán, que se recitan continuamente sobre las imágenes, ya contundentes por si mismas, para crear una composición que por lo que he leído muchos califican de “poética” y de gran belleza. A mi personalmente no me parece tal, estoy de acuerdo en que el documental no cae en la tentación del morbo, y que lo que persigue es dar a conocer una terrible situación para muchos desconocida, por muchos olvidada, y lo suficientemente lejana como para que otros tantos se sientan despreocupados por ella, pero en mi opinión no deja de elegir en momentos puntuales algunas imágenes de forma “gratuita” por decirlo de algún modo, e incluso haciendo reiteración de las mismas, por lo que me parece un tanto excesivo calificarlo de poema visual.

En cualquier caso se trata de una obra que merece todo el respeto, tanto por su correcto tratamiento sobre un tema tan complicado, como por su atrevimiento a mostrar al espectador esa “fealdad” que la propia directora cita al inicio del filme, a la que estamos poco acostumbrados, y que siempre tratamos de evitar.

Hay que advertir (como resulta fácil de imaginar) que no es un documental “agradable” de ver, como no lo suele ser en muchas ocasiones la realidad, de la que siempre tratamos de escondernos, hay en él imágenes duras, explícitas, y que le dejan a uno con un ánimo bajo, por lo menos en mi caso así fue, por lo que mi recomendación es que si hoy has tenido un mal día, dejes su visionado para otro momento, ya que esta pieza no ayudará a levantarte el ánimo.


Como ya hemos dicho, un duro reflejo de la realidad, sin concesiones, sin adornos.

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